¿Sos un ansioso del tipo complaciente?
Es impresionante como el sistema sociocultural en que vivimos condiciona a muchísima gente para ser ansiosos del tipo complaciente.
7/11/20252 min read


No es que sea una enfermedad, es un condicionamiento sistemático de la sociedad. Y si encima sos una persona altamente sensible o PAS, te podés volver muchísimo más inhibida y replegada.
La ansiedad complaciente parte de un sentimiento de inferioridad con respecto a los demás. Parte de la baja autoestima aprendida del mundo que nos rodea en etapas tempranas de la infancia. De chicos te sentías a merced de los adultos y te asustaba muchísimo su enojo. Y te llevó a no ser dueño de tus decisiones a cada momento y a tener mentalidad servicial, complaciente, tendiente a dejar en último lugar tus necesidades.
Esto se llama baja autoestima por falta de autoafirmación.
Esa necesidad de adelantarse a las necesidades de los demás
Querer dar todo pero a la vez sentirte mal si das demasiado, resentirlo, que te de rabia
Vivir entre quedarte callado y explotar de repente cuando te sentís saturado.
Con la excusa de evitar el conflicto te dejás de lado todo el tiempo, dejás de saber pelear por lo que necesitas.
Extrema vulnerabilidad al chantaje o la manipulación emocional: “Si no haces lo que te digo sos malo, no te voy a querer, me voy a alejar, nadie te va a querer como yo”
Sentirte apurado todo el tiempo, si te escriben tres personas debes contestar a todas la vez, no sea que se enojen.
No tener confianza en que las cosas saldrán bien, intolerancia al “goteo lento”, ya sea de amor, de dinero, de atenciones, de llamadas de algún ser querido.
Hacer todo para caer bien, lo cual más bien es evitar que te reten, o critiquen. Búsqueda intensa de validación, felicidad intensa si te dicen algo bueno
El miedo al ridículo, que se burlen, que divulguen chismes sobre vos.
Mucha sensibilidad a las actitudes de enojo o seriedad de los demás. A los mini comentarios hirientes, o hasta a las miradas
La mala relación con el aprendizaje, con los procesos de aprendizaje, es decir sentirte mal si no entendés o no te salen las cosas a la primera.
Esto parte de un:
sentimiento de culpa persistente
miedo al rechazo o al ridiculo
miedo al fracaso por sentirte inferior o incapaz.
Esto se trabaja con una reprogramación profunda en varios niveles o capas.
Primero es importante disminuir el sobrepensamiento, eliminar el exceso de carga mental y emocional.
Luego, es importante ir a áreas claves del pasado, la infancia, creencias aprendidas, experiencias negativas.
Ir ejercitando el : “No quiero” en tu vida. Poner límites. Que esperen. Que respeten. No para ser un egoísta sin límites sino para marcar tu dignidad y autorrespeto, que ya fue suficientemente pisoteado por los demás.
Luego, reestructurar a fondo la autoestima, la autoconfianza, la seguridad, el liderazgo en tu vida, para que puedas tomar el timón de tu mente, tus decisiones, y que el resto se adapte si quiere, y si no quiere que se aleje. Y nunca más ceder al chantaje de nadie.